La Hormona de la Felicidad
Actualizado: 9 sept 2020
En el año 2020, en plena crisis mundial por el COVID-19, todavía se evidencia el terrible tabú que encierra el área de la salud mental. Tal parece que la negación y la evasión siguen siendo los mecanismos predilectos para aparentar una fortaleza psíquica que hoy mas que nunca se encuentra amenazada.
En el año 2020, en plena crisis mundial por el COVID-19, todavía se evidencia el terrible tabú que encierra el área de la salud mental. Tal parece que la negación y la evasión siguen siendo los mecanismos predilectos para aparentar una fortaleza psíquica que hoy mas que nunca se encuentra amenazada.
Este es el motivo por el que quiero escribir un poco sobre la llamada “hormona de la felicidad”. La Serotonina!
El funcionamiento de esta hormona tiene incidencia en el control de la tempratura corporal, la digestión, regula el ciclo del sueño, reduce los niveles de agresividad, entre otras. Sin embargo, una de sus funciones mas importantes tiene que ver con su rol como reguladora del estado de ánimo, lo que permite darle un enfoque químico y biológico al entendimiento de la salud mental. Está asociada a todas las emociones positivas que experimentamos.
En algunos estudios sobre longevidad saludable el doctor Juan Hitzig determinó que la clave del bienestar de los envejecientes radicaba en sus conductas y actitudes. Por este motivo en doctor Hitzig diseñó el “alfabeto emocional”, a través del cual quiso difundir sus hallazgos. “Cada pensamiento genera una emoción y cada emoción moviliza un circuito hormonal que tendrá impacto en las 5 trillones de células que forman parte de un organismo”.
Las conductas “S”: serenidad, silencio, sabiduría, sabor, sexo, sueño, sonrisa, sociabilidad; promueven secreción de Serotonina, mientras que las conductas “R”: rabia, resentimiento, rencor, reproche, resistencia, represión; facilitan la secreción de coRtisol, una hormona coRRosiva para las células, que acelera el envejecimiento.
Las conductas “S” generan actitudes “A”: ánimo, amor, aprecio, amistad, acercamiento.
Las conductas “R” por el contrario generan actitudes “D”: depresión, desánimo, desesperación, desolación, desesperanza.
Los científicos siguen estudiando la relación que puede haber entre la depresión clínica, la ansiedad y el déficit de serotonina. Esta es la razón por la cual se promueve una alimentación rica en una sustancia llamada triptófano, que se puede encontrar en alimentos como quesos, carnes magras, pescados, legumbres y nueces. Del mismo modo realizar actividades físicas y recreativas, como practicar un deporte, tocar un instrumento musical o escuchar música; también son fundamentales para la secreción de serotonina.
De esta manera podemos darle la importancia que se merece a la salud mental. Se debe considerar ir al psicólogo o al psiquiatra con la misma naturalidad con la que vamos al cardiólogo, ginecólogo, ortopeda o fisioterapeuta.
“La función principal del cuerpo es transportar el cerebro” Thomas A. Edison
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